Y creció la familia…. Tres hijos, Una Elección, mi Punto de Quiebre.

Yo nunca pense en irme del pais. Soy hija de padre y madre inmigrantes colombianos quienes dejaron a  mis abuelos, muchos tíos, primos y demás familia atrás en Medellín, ciudad hermosa, acogedora, amable, entrañada.  Siempre dije “quiero que mis hijos sepan lo que es tener a sus abuelitos, tíos y primos cerca, que compartan con ellos, que puedan sentir familiaridad con su sangre”,  privilegio que yo nunca tuve, pues ni siquiera conozco con certeza todos los nombres de mis primos, las dolencias de mis abuelitos, las alegrías o tristezas de quienes por derecho y sangre serán siempre mi familia pero que por la lejanía  yo  soy muy ajena a sus vidas… familia no es solo sangre o apellidos en común, es convivencia, es compartir, es el día a día que yo no he compartido con mis consanguíneos, duele saber q hay un grupo al que perteneces que no sabe nada de ti, que no abrazas a menudo, que no ríes con ellos para celebrar sus alegrías o lloras para compartir sus tristezas, así es la vida del hijo del inmigrante y uno aprende a ser feliz con eso, te unes a la familia directa que tienes en mi caso un hermano y mis Padres, y siempre buscas unirte a otro grupo igual a ti, se complementan y luego esa es  tu familia de corazón, que llena los espacios y comparte las penas y las alegrías; y  a partir de este hecho, comprenderán q no fue fácil tomar la decisión de partir a otras tierras, creo q si no nos fuimos antes (Frank y yo) fue por mi rechazo a alejarme de mi Venezuela, ya que cuando él empezó a contemplar la idea (no teníamos ni a nuestra hija mayor), yo fui la piedra de tranca,  la dosis de negativismo, siempre nos pasa, uno de los dos siempre le da a los sueños la dosis de oposición y realidad q necesitan para convertirse en proyectos y hacerse realidad, así somos nosotros, creo que nos complementamos muy bien,  así hemos funcionado hasta ahora con buenos resultados Gracias a Dios.

¿Qué me haría cambiar de idea? Todo estaba saliendo bien, teníamos buen trabajo (Gracias a Dios aún nos va bien), nació nuestra beba en el 2004, teníamos planes de comprar casa propia y de hecho lo hicimos, estábamos felices, prósperos, en oposición a muchas cosas que estaban pasando en el país, pero con la esperanza de que pronto retomaríamos el rumbo y nosotros estábamos haciendo todo lo que estaba en nuestras manos para colaborar con el cambio (Firmamos, reparamos firma, votamos, marchamos, rezamos…. Etc, etc)  y no pasaba nada aún pero teníamos confianza en q pronto todo cambiaría y mientras tanto nuestra vida seguía… En Septiembre del 2006 nos mudamos a nuestra anhelado techo propio, con mucho esfuerzo lo logramos, que alegría tan grande, que decidimos completar con el encargo a la cigüeña del hermanito o hermanita de nuestra princesa, todo era perfecto para nosotros, la dicha era inmensa, los sueños incontables, tanto, que Dios decidió bendecirnos con la llegada no de un hermano para mi beba, sino de dos (2), no salíamos de nuestro asombro, para Diciembre del 2006 ya teníamos tres (3) meses de embarazo de gemelos bicigóticos (llamados morochos en Venezuela, son gemelos no idénticos, dos placentas, dos óvulos distintos fecundados por dos espermatozoides diferentes), la familia creció, pasamos de ser tres a ser cinco y en 6 meses más, yo sería la feliz mami de tres (3) bebes, mis tres bendiciones, mis tres lucecitas, mis tres motivos de sonreír, de soñar, de luchar, y de cambiar lo que fuera por darles lo mejor, ellos están a mi cargo, es mi responsabilidad darles lo mejor posible al lado de su papá, les confieso que no fue fácil, pensaba en tantas cosas, solo tengo dos manos, y ellos serían tres, físicamente estaría limitada para atenderlos, y emocionalmente pensé que también, pero Dios es grande y sabe lo que hace, ya que nos ha dado fuerza, entereza y paciencia para atender a nuestros tres tesoros sin perder la razón aun (jejeje),  ya los gemelos (varones los dos) tienen 15 meses y nuestra princesa cuatro añitos.

Todos los Venezolanos recordamos las elecciones presidenciales del 2006, yo nunca las olvidare, estaba llena de esperanzas, de felicidad por mi embarazo, con cierta angustia por la situación del país pero colmada de fe, esta vez sí lo lograríamos, era el principio del cambio, Frank era presidente de una de las mesas de votación del centro electoral que nos correspondía, participo en el adiestramiento muy activamente, pues quería despejar todas las nubes de dudas que siempre tuvimos sobre la fidelidad de los resultados de todas las elecciones anteriores a esta, no había chance de trampa, ahora si triunfaríamos y mis hijos nacerían y crecerían en su tierra, al lado de su familia… imaginen a una embarazada gemelos con tres meses de gestación (la panza fue grande desde el principio) sola con una niña de 2 años y medio dormida pues eran las 5 de la mañana cuando llegamos al centro, con una cola ya inmensa de gente con el mismo optimismo que yo, no me queje, espere hasta q abrieran el centro a las 8:30 am (ya tenía tres horas y media de espera  en ese momento) luego hubo mucho desorden y como estaba tan lejos de la entrada del centro no me percate de que existía una fila especial para personas embarazadas y de la tercera edad, pero los compañeros de fila al verme me hicieron pasar adelante y finalmente pude ejercer mi derecho al voto como a las 10 de la mañana, ni me tope con Frank que estaba cumpliendo con sus responsabilidades, pues me toco votar en otra mesa lejos de él.  Yo estaba agotada, mucho, pero satisfecha por el deber cumplido, estaba haciendo mi parte, por el cambio, por el futuro, me fui al apto, llena de esperanzas y optimismo, con mis tres hijos de compañía, dos en la pancita y mi beba que no entendía bien que pasaba, los cuatro sentaditos frente a la televisión y con el celular a un ladito, para cuando llamara Frank, o mis padres y mi hermano que me informaban sobre la situación en Guacara (población cerca de Valencia) y en otras partes del estado, del país e incluso fuera de éste a través de amigos y familiares.

Con el transcurso de las horas del día la espera me estaba desesperando y angustiando, ya no estaba tan segura de que los resultados de las elecciones favoreciera la opción que esperábamos, sin embargo no perdía la fe, la fila de mi centro estaba llena de camisas blancas, de positivismo, y lo mismo sabía que estaba pasando en muchos otros centros, que incertidumbre, Frank estaba full cerrando mesas, haciendo conteo manual, pero aún así me mandaba mensajitos de texto al celular “aquí ganamos mami, pero hay mucha tensión por los resultados finales, no te preocupes, quédate tranquilita, en cuanto termine aquí me voy para allá a ver los resultados del CNE juntos, Los amo, manténganse calmaditos” llegaron las 8 de la noche y Frank no había podido salir del centro de votación, ni modo, ya tendríamos tiempo de celebrar, a las 8:30 pm, los tan esperados resultados de las elecciones presidenciales presentados al país  en Cadena Nacional de Radio y Televisión, Frank en el centro de votación, yo en el apartamento con la beba y mi pancita, mi papa, mama y hermano en Guacara, todo el país se paralizó para escuchar finalmente lo que habíamos esperado todo el día …….que les puedo decir, nada cambio, el presidente seguiría siendo el mismo por 6 años más, yo no puedo explicar con palabras mi sentimiento de frustración, decepción y desesperanza, tome a mi bebita entre los brazos, llorando, inconsolable, ya no aguantaba la presión y la desilusión me embargaba, ella me preguntaba “mami porque lloras, que pasa” yo trataba de calmarme para no angustiarla y entre lagrimas le dije “mi beba perdimos, ya no nos podemos quedar aquí, tenemos que irnos, hasta aquí llegue yo” y este fue lo que yo llamo mi Punto de Quiebre, el momento en el que mi mente y mi corazón asumieron que teníamos que irnos de nuestro país, por nosotros, pero sobretodo por nuestros tres hijos, por ellos que merecen lo mejor, porque como siempre digo no me perdonaría q dentro de 13 años o menos me pregunten “¿Mami y porque no nos sacaste de aquí, porque si podíamos no nos fuimos?” y por eso ahora a pesar de la nostalgia, tristeza y a veces hasta culpa que siente mi corazón por alejarme de mis Padres y hermano y  a mis hijos de sus abuelos, tíos y primos, nos vamos de Venezuela, los 5 Pineda se van a vivir a Perth en Australia, en busca de una mejor calidad de vida, educación, seguridad y tranquilidad. 

Estoy segura que es una decisión acertada, a pesar de los sacrificios, los beneficios siempre serán mayores y mis hijos lo agradecerán y valoraran, como lo hacemos mi hermano y yo, al saber que nuestros padres vinieron a este país a buscar algo mejor para ellos y nosotros y lo lograron, como nosotros lo lograremos con la ayuda de Dios, y el compromiso de tratar por todos los medios y teniendo la tecnología de nuestro lado de que nuestros hijos mantengan el mayor y mejor contacto posible con la familia que aquí dejamos, ha empezado una nueva etapa de nuestra vida familiar, llena de expectativas, y cargada de sueños, proyectos, ilusiones y esperanzas.

¿Porque Australia?, Frank les contará los detalles, pero les puedo resumir, que nosotros somos así; nos gustan los extremos, y ya que tenemos que irnos del país, debe ser para ir a uno que nos ofrezca, legalidad como inmigrantes, buenas oportunidades de educación, empleo y salud, además de estabilidad política y económica, esto hemos podido encontrarlo en algunos países de Latinoamérica, en la misma Colombia están muy bien las cosas actualmente, pero no sabemos hasta cuándo, y en general en todos nuestros países de este lado del mundo exceptuando Estados Unidos (hasta hace unas semanas) y Canadá, la premisa es la inestabilidad y la vulnerabilidad de los sistemas, por lo que si vamos a hacer este cambio que sea en grande, seguro, estable y positivo aunque sea un poquito lejos.